Un trozo de papel, que nos llegó al laboratorio…

Por: Ana Arroyo Waldhaus. Directora del Laboratorio de Análisis Documental y Forense de Signe

Como cada día acudí al edificio de Tres Cantos, Silvia me tomó la temperatura y subí los dos pisos que me llevan al Laboratorio. Ese día hacía frio, era lunes y se notaba que no había estado encendida la calefacción durante el fin de semana. Subí las persianas para que la poca luz que había en el exterior inundara el máximo espacio posible y, de repente, escuché un sonido parecido a un tintineo… Me extrañó porque el único equipo que tenía encendido era la cámara de envejecimiento acelerado con unas muestras que me trajeron de Colmenar y su sonido en nada se parecía al que escuché. Paré el equipo, lo abrí y para mi sorpresa, encontré un trozo de papel pegado al techo de la cámara con cinta adhesiva…

Retiré con cuidado el papel (pensando que menos mal que no estaba encima de las muestras porque si no, el ensayo de envejecimiento podría haber estado comprometido y a mis compañeros de Colmenar no les hubiera sentado nada bien, ¡buf!) y me dispuse a analizarlo… algo normal, es lo que hacemos en el laboratorio. ¡Somos muy curiosos!

Tenía forma de nube, la verdad, y se podían leer as palabras “mas”, “es” y había una zona tachada. Aquí os dejo la foto que hice con mi móvil:

Cogí el trozo de papel, lo miré a través del microscopio metalográfico y entonces apareció pa palabra”LA” en tres zonas diferentes. Era un microtexto que, evidentemente, a simple vista no podía leer ni con gafas de presbicia!!

Pero aún no tenía sentido lo que se podía leer, así que puse el papel sobre el negatoscopio enorme que tenemos u “voiala”, vi una marca de agua con la palabra “DE” tal y como aparece en la foto que os muestro:

La verdad es que, entre el microtexto, la marca de agua y esa zona tachada, me empecé a dar cuenta de que el asunto tenía que ver con las medidas de seguridad, por lo que era absolutamente necesario analizar e trozo de papel con el videoespectro comparador. Primero empecé estudiando la zona tachada con la luz IR, haciendo incidir diferentes intervalos de longitud de onda, etc… Y cuál fue mi sorpresa cuando decubrí la palabra oculta: ¡SONRISA!…y, como si de una orden se tratara, eso es lo que me salió, una sonrisa a mi también  

Ya sentía que estaba cerca y sí fue… Con la luz UV del videospectro apareció un mundo de colores (fibras luminiscentes evocando al cosmos) y dos palabras que completaban el mensaje “VONITA” y “MIRADA”.. fotos preciosas la verdad. Lo que tiene el UV!!

Así que el mensaje ya se podía leer entero y os voy a hacer una composición con un programa de tratamiento de imágenes para que lo veáis en toda su extensión y podáis disfrutarlo como lo hice yo!

Ojalá que tengamos esa mirada permanentemente de felicidad y la mantengamos durante estos días tan especiales y para el próximo 2022… Y aquí va mi sonrisa bajo la mascarilla “de rigor” y mi mirada sonriente con la que intento expresaros mis mejores deseos!!