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Cuando el papel es un cristal, y el bolígrafo no pinta
Como cada mes de enero nos embarcamos en la aventura de enfrentarnos a todo un año de situaciones novedosas, vamos trazando en nuestra mente nuevos propósitos para cumplir o, incluso, aceptamos nuevos retos…todo “nuevo”, como el enunciado de la jornada on line de Pericia Caligráfica, prevista para el mes de marzo y organizada por el Codoli, en la que varios profesionales del sector expondremos contenidos bajo el lema “NUEVOS RETOS, NUEVAS HERRAMIENTAS”, siendo el título de nuestra ponencia: “Cuando el papel es un cristal y el bolígrafo no pinta”.
Aunque el título pueda sorprendernos, esta es la realidad con la que nos enfrentamos tanto los usuarios como los profesionales de la pericia caligráfica, y hemos de perderle el miedo a esta nueva forma de escribir, pero nunca el respeto. Así, y desde nuestra experiencia con este tipo de firmas, vamos a responder a las siguientes cuestiones y compartirlas con los asistentes:
En una firma capturada digitalmente, ¿qué propiedades de los gestos gráficos se pierden, y cuales se ganan, respecto de la escritura manuscrita tradicional?, como analistas de firmas, ¿desde qué momento comienza nuestro trabajo y en qué punto debe finalizar?, durante el análisis pericial, ¿cómo interpretamos, o traducimos, los datos que nos aportan los programas de cotejo?, a la hora de emitir nuestro dictamen, ¿nos dejamos llevar ciegamente por los resultados de estas herramientas o tenemos la última palabra?. En definitiva, ¿está el perito calígrafo de hoy en día preparado para afrontar este reto y sabe realmente qué hay detrás del cristal?
Por @Ana Arroyo
Directora del Laboratorio de Análisis Documental y Forense