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¿Por qué existen las contrapericiales en el ámbito de la grafística?
Por: Ana Arroyo Waldhaus, Directora Técnica del Laboratorio de Análisis Documental y Forense de Signe
¿Qué está fallando cuando tenemos un informe que atribuye una escritura a una persona y otro informe que la descarta categóricamente (o pone en duda una parte de su desarrollo, la metodología utilizada, etc.)? ¿el perito se ha formado inicialmente de manera eficaz? ¿se ha ido actualizando debidamente? ¿tiene las suficientes competencias y habilidades? ¿ha dispuesto para su análisis de muestras idóneas (en cantidad, calidad, coetaneidad, espontaneidad, sinceridad, etc.)? ¿ha utilizado las herramientas y equipos de ensayo correctamente?
Lamentablemente nos encontramos con un elevado número de informes cuya falta de rigor, advertido en el análisis, cuestiona seriamente las conclusiones finales.
Pongamos dos ejemplos:
CASO 1
PERITO 1: Dispone de un documento digitalizado (de escasa calidad) y le piden verificar la autenticidad de la firma. El perito utiliza un software que aplica un filtro para crear efecto “3D”, concluyendo que la presión ejercida es variable y que la firma es falsa por los temblores e inseguridad en la ejecución del trazo (como si el autor estuviera imitando la firma y la dibujase de forma lenta y temblorosa).
PERITO 2: Dispone del original de ese documento y analiza la firma con microscopio óptico, apreciando zonas más o menos intensas en el color, hay restos de tinta en los lados del trazo porque la tinta no fluye de manera constante (por defecto de la bola del bolígrafo o por una combinación de la inclinación del útil, velocidad de escritura del autor, etc.), pero no existen temblores.
Lo que ha hecho el software sobre esta imagen de mala calidad es poner en color negro la parte de tinta que es más intensa y en color blanco la que es menos, ha creado un efecto 3D y se ha “inventado” un trazo tembloroso cuando no existe. La firma no está realizada con inseguridad, sino que es espontánea.
CASO 2
PERITO 1: El perito afirma en su informe que la firma dubitada (de la que solo dispone de la imagen gráfica) ha sido ejecutada primero dibujando la pauta (esa figura similar a una “J” con recta horizontal final) y después el nombre de “Felipe”. PERITO 2: Esta cronología de movimientos la pone en duda, ya que ha tomado muestras de escritura de esta persona con una tableta de captura de firmas y el orden es diferente, según se puede ver en el QR adjunto al que os invito que capturéis con el móvil:
Independientemente de la conclusión, se arroja un elemento que, al menos, cuestiona parte del informe pericial. Este segundo caso no se corresponde con uno real, a diferencia del primero, y se introduce a modo de alerta porque en muchas ocasiones se suponen unas evidencias que han resultado ser inciertas.